viernes, 16 de octubre de 2009

Psicoterapia corporal integrativa


Fuentes de la psicoterapia corporal
En el pasado como en la actualidad, han existido varias corrientes y perspectivas en la psicoterapia corporal. Muchos de sus creadores provienen del campo psicoanalítico, otros, los más recientes, provienen del campo del humanismo, la gestalt, el existencialismo, y otro tanto de la medicina, la ortopedia, la masoterapia y la danza, por no mencionar las tradiciones orientales de medicina energética o de las nuevas terapias alternativas. Sin embargo, las fuentes de las psicoterapias corporales se pueden remitir al fundador del psicoanálisis, Sigmund Freud, y a uno de sus seguidores; Wilhelm Reich.

Viejas y nuevas corrientes en psicoterapia corporal
En la actualidad existen más de 150 métodos, corrientes y perspectivas en psicoterapia corporal. La Bioenergética de Lowen, la Core-energética de Pierrakos, la Terapia de Arraigo Sexual de Poppelis, la Integración Postural de Painter, el Focusing de Gedlin, la Experiencia somática de Keleman, la Psicoenergética de Navarro, sin descartar los enfoques más bien técnicos de los métodos Feldenkrais, Rolfing y Alexander, o los neochamáticos de los Pases mágicos de la Tensegridad de Castaneda, y los orientales del Yoga, Reiki, Shiat-Su, entre otros. El campo de las nuevas psicoterapias y las terapias alternativas, surgidas en los años 60´s, especialmente en California, cada año y cada década ha visto pasar una infinidad de técnicas, métodos y teorías, sin dejar de lado a los gurús, profetas, sectas y cultos. Efectivamente, las nuevas psicoterapias y las terapias alternativas llegan a confundirse con el ocultismo, el neochamanismo, la espiritualidad, la física cuántica, los cultos religiosos, la superstición, así como con el individualismo, la comercialización y el fanatismo. En muchas ocasiones resulta difícil separarlos, puesto que muchas terapias son combinaciones de sectas, teorías ocultistas, seguidores de gurús, experiencias paranormales y vivencias afectivas en grupo.

Necesidad de criterios de demarcación
La cuestión que nos planteamos en la actualidad, viendo la complejidad, anarquismo y caos que existe en el supermercado de las nuevas psicoterapias y las terapias alternativas, consiste en delimitar los criterios a partir de los cuales se puede separar lo extravagante, lo novedoso, lo llamativo, lo escandaloso, lo mágico y supersticioso, de aquellas técnicas, métodos, teorías y asociaciones con una visión sería, coherente, sistemática, clara, que guardando la cordura, ofertan un servicio en psicoterapia corporal confiable. A este grupo de psicoterapias corporales, que delimitando y diferenciando su campo, pero a la vez, tratan de integrar varias técnicas, métodos y enfoques, las denominamos; psicoterapias corporales integrativas.

El nuevo enfoque integrativo
Las psicoterapias corporales integrativas son programas de tratamiento donde se articulan diferentes técnicas bajo un método y sistema teórico. No se trata de combinar técnicas, métodos y teorías por el hecho de hacerlo o por simple novedad, sino que existen criterios de selección y aplicación de las técnicas y métodos bajo un mismo sistema teórico. Como su nombre lo indica, se busca integrar diferentes enfoques y técnicas de acuerdo a la persona y su malestar, o de acuerdo a la eficacia de las técnicas y su compatibilidad, u otro criterio que busque “integrar”, y no sólo yuxtaponer los enfoques y las técnicas.

La psicoterapia corporal integrativa del BodyProcessWork
El BodyProcessWork (BPW) es una psicoterapia corporal integrativa, ya que se trata de un programa de tratamiento muy bien delimitado, donde se integran estratégica y consecutivamente varias técnicas bajo un mismo método, enfoque y sistema teórico. En términos generales podemos decir que el BPW se encuentra dentro de las psicoterapias corporales bioenergéticas, siguiendo el camino trazado por Reich, Lowen y Pierrakos, quienes asumen, de distinta forma, el término de energía para explicar los malestares y tratar a las personas. Consideramos que el concepto de energía sigue teniendo una relativa utilidad explicativa y terapéutica, aunque no es el centro teórico y metodológico, pero sí ocupa un espacio considerable dentro del programa de tratamiento. Junto a este concepto, en BPW, se integran varios enfoques de tratamiento, a saber: el Eneagrama (Naranjo), el desarrollo humano (Cabarrús) los tipos caracteriológicos (Keleman y Ramírez), la Bioenergética (Lowen), el Focusing (Gedlin), la Integración postural (Painter), la Ensoñación escénica (Mindell) y la Meditación (Zen). El método en el cual se integran estas técnicas es el método arqueológico de tres etapas y doce sesiones (Pichardo), a través del cual se ubica estratégicamente el proceso donde se articula cada técnica.

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