domingo, 18 de marzo de 2012

El dualismo cuerpo-mente y el monismo bioenergético reichiano



El dualismo cuerpo-mente y el monismo bioenergético
Por Miguel Angel Pichardo Reyes

Tenemos que la coraza muscular (el patrón de respuestas de alarma y defensa del organismo a través de la contracción neuromuscular que se inscribe en el sistema límbico y que altera la autorregulación neurovegetativa del organismo) es el fundamento material-bioenergético de las tardías defensas psíquicas, formándose así una unidad funcional de defensas psico-somáticas frente a las amenazas externas e internas.

El aparato psíquico freudiano, y por lo tanto, las alteraciones psíquicas, tienen su fundamento en el sistema neurovegetativo reichiano, existiendo una correspondencia del cuerpomente en los mecanismo de defensa, pero existiendo una separación en la lógica interna de la construcción psíquica y de la función somática, o como diferenciara W. Reich; en el dominio de lo somático y en el dominio de lo psíquico. Podemos sostener un dualismo del dominio de lo somático y del dominio de lo psíquico, en el sentido de que la lógica y los procesos de uno y de otro responden a leyes específicas que en algún momento se corresponden e interactúan. Sin negar el dualismo de las dos dominios, es posible afirmar un monismo bioenergético que subyace al dominio somático y al dominio psíquico. Se trata de la misma energía la que opera en uno y otro dominio, la energía vital, libidinal, sexual, bioenergética, en general, la energía del orgón.

Bajo este monismo bioenergético y el dualismo de los dominios somático y psíquico, es que se forma la antropología reichiana, la cual sostendrá dos naturalezas humanas, la primera que correspondería al organismo pulsional y autorregulado, espontáneo y alegre, y la segunda naturaleza, la del organismo neurotizado, enfermo, contraído, rigidizado, bioenergéticamente alterado. Reich no dudará de que la vegetoterapia caracteroanalítica disuelva y emancipe al organismo esta segunda naturaleza, producto de la represión social y de la economía capitalista, para resurgir el carácter genital, no neurótico, habilitando su capacidad de autorregulación bioenergética y de experimentación del placer a través de la pulsación peristáltica del reflejo orgásmico.

Para Reich la neurosis sobreviene por los registros neuromusculares de defensa, esto es, por la coraza muscular que altera la autorregulación bioenergética provocando el bloqueo o inhibición del flujo peristáltico del organismo. Bloqueo se dará a través de una serie de anillos transversales de contracción muscular a largo del cuerpo, respondiendo cada anillo a un patrón de respuesta de defensa neuromuscular que será funcionalmente idéntico a las defensas psíquicas o caracteriales.

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