Los tres pilares de la psicoterapia corporal

Los tres pilares de la psicoterapia corporal

Por Miguel Angel Pichardo Reyes

Nuestra práctica clínica es heredera de los principios teóricos y técnicos de Wilhelm Reich, a los cuales hemos denominado Paradigma Reichiano, el cual, en uno de sus postulados, plantea que la neurosis es una alteración de la energía vital de nuestro organismo, produciendo rigideces musculares, disminuyendo la respiración, dificultando la movilidad y bloqueando las emociones. De esta forma se propone la unidad funcional del cuerpo y el psiquismo bajo el postulado de la economía de la energía vital, origen y fuente de los trastornos mentales y las enfermedades físicas, pero también fuente de sanación, liberación y placer.

El método de trabajo que realizamos en nuestra labor clínica se fundamenta en tres pilares: el Análisis del Carácter, la Sistemática Neuromuscular y el Análisis Vincular.

El Análisis del Carácter

El Análisis del Carácter es una técnica psicoterapéutica derivada de la teoría y la clínica psicoanalítica freudiana. Distinto al planteamiento freudiano de analizar las resistencias, resolver la trasferencia e interpretar el material inconsciente a través de la asociación libre sobre el diván, Wilhelm Reich considera que no sólo el material vertido a través de la palabra es susceptible de ser interpretado, sino también el cómo se dice, lo cual introduce el campo corporal en aquello que llamamos el diván reichiano.

Para Reich toda sintomatología neurótica tiene un basamento caracterológico que hunde sus raíces en los vínculos de nuestra primera infancia, desde la gestación, la vida intrauterina, la etapa neonatal, hasta los 4 o 6 años de edad. Durante esta etapa se colocan las bases de nuestra estructura del carácter, el cual en un futuro se expresará a través de síntomas emocionales y signos conductuales y fisiológicos. El carácter es una defensa que emprende el organismo para sobrevivir a una situación amenazante o angustiante, defensa que se expresa a través de rigideces musculares que se almacenan en nuestra memoria corporal o inconsciente corporal. De esta forma, el Análisis del Carácter consiste en realizar señalamientos, interpretaciones y comentarios sobre la forma como nos paramos física y existencialmente frente al mundo, ayudando a desintegrar la coraza muscular a través de una Sistemática Neuromuscular.

La Sistemática Neuromuscular

En el diván reichiano el analista no solo escucha el discurso del paciente, también escucha lo que su cuerpo dice y su boca silencia. El analista reichiano no solo interpreta el discurso inconsciente, sino también descifra los códigos corporales, realizando una intervención con y sobre el cuerpo. A esto le llamamos Sistemática Neuromuscular, la cual consiste en una serie de procedimientos corporales dirigidos a liberar y regular la energía biofísica del organismo. Utilizando una serie de actos y contactos, el analista va desbloqueando la respiración, el movimiento y las emociones, así como los segmentos del cuerpo que presenten tensión o debilitamiento, ayudando al paciente a contactar con las corrientes neurovegetativas y bioenergéticas que se expresan a través de las vibraciones corporales.

La metodología de la Sistemática Neuromuscular se encuentra compuesta de cuatro momentos: el desbloqueo biosistémico y segmentario, la descarga bioenergética, la liberación sensoromotriz y emocional, y la elaboración cortical a través del discurso y la asociación libre. Para llevar a cabo cada uno de estos momentos se cuenta con diferentes técnicas de actos (actings) y de contacto (touching), entre ellas el Trance Bioenergético, la Técnica y Proceso del Enfoque Corporal (Focusing), la Ensoñación Corporal (Dreambody), el Análisis de la Respiración, el Masaje Bioenergético y el Masaje Profundo, entre otros. Tanto el Análisis del Carácter como la Sistemática Neuromuscular se realizan en el marco de una relación terapéutica donde se ponen en escena las pautas vinculares inconscientes que datan de etapas muy arcaicas, las cuales son interpretadas, resueltas o reparadas a través del Análisis Vincular.

El Análisis Vincular

El tercer pilar de la Psicoterapia Corporal es el Análisis Vincular, técnica terapéutica que busca hacer un contacto corporal y emocional seguro para sanar los traumas de apego en la infancia, producto del rechazo, el abandono, el abuso sexual, el maltrato infantil, la represión sexual, la violencia intrafamiliar, entre otros. Durante la sesión de Análisis Reichiano, el analista contacta con el paciente, emergiendo sensaciones corporales que actualizan situaciones de amenaza o angustia y que en la actualidad representan una limitación en su funcionamiento biopsicosocial. El Análisis Vincular permite interpretar estos signos físicos como experiencias infantiles subtraumáticas, ayudando a hacerlas conscientes y desintegrándolas a través de la Sistemática Neuromuscular.

El Análsis Vincular le debe mucho al psicoanálisis posfreudiano, en particular a la teoría de las Relaciones Objetales, la Teoría del Apego, y últimamente a la Resiliencia. De esta forma se busca que la persona rompa con las pautas corporales y vinculares que lo limitan, liberándolo de esos enredos relacionales codependientes, destructivos, controladores, dominantes, sumisos y huidizos.