viernes, 16 de marzo de 2012

Variantes del desbloqueo bioenergético



Variantes del desbloqueo bioenergético
Por Miguel Angel Pichardo Reyes

Mi primera experiencia de terapia psicocorporal que realice fue en el año de 1994, en la Ciudad de México, durante un proceso de discernimiento vocacional, intentando dar un rumbo específico a mi incipiente experiencia con el mundo. En aquella primera experiencia psicocorporal puede experimentar, lo que ahora entiendo que fue, un desbloqueo de los siete segmentos de la coraza caracteromuscular. El procedimiento clínico y técnico que viví fue el de una psicoterapia corporal neoreichiana de tipo humanista, donde se articulaban la Guestalt de Claudio Naranjo y Carlos Cabarrús, los ejercicios de Bioenergética de Alexander Lowen, y la Integración Postural de Jack Painter.

Desde aquella fecha hasta la actualidad, y propiamente en mi práctica clínica, estos referentes se han modificado de forma importante, primero por mi formación académica en psicología social y mi militancia en su vertiente crítica desde la Psicología Social de la Liberación, siguiendo los planteamientos de Ignacio Martín-Baró, Paulo Freire y Enrique Dussel. En segundo lugar por mi incursión en el Psicoanálisis de orientación lacaniana, en particular con la vertiente política y filosófica de Slavoj Zizek. Y en tercer lugar, por mi progresiva búsqueda y lectura de la obra de Wilhelm Reich.

Lo anterior supuso cierta ruptura con las psicoterapias psicocorporales neoreichianas, especialmente en tres aspectos: 1) en la fundamentación clínica que realizo desde la teoría psicoanalítica freudo-lacaniana, contrario a muchas posturas neoreichianas que aborrecen el psicoanálisis y que adolecen de un modelo clínico, 2) por los procedimientos técnicos que hundo en la técnica psicoanalítica modificada por Wilhelm Reich, así como el modelo desarrollado por éste en la orgonterapia-vegetoterapia caracteroanalítica, distinto a varias posturas neoreichianas que no profundizan ni reconocen la obra reichiana, y 3) en la perspectiva crítica, política y psicosocial, pues la propuesta de “rescatar” el hedonismo reichiano supone una visión ecosistémica que articula lo clínico con lo sociocomunitario y la desideologización política, y en este sentido se da la ruptura con ciertas posturas neoreichianas que tienden a la metafísica y a mantener una posición apolítica o de derecha.

Ahora bien, estas tres rupturas no demeritan de ninguna forma la relevancia de los aportes de las diferentes corrientes y técnicas neoreichianas. En particular me siento agradecido con las técnicas desarrolladas por Alexander Lowen, Jack Painter, Eugene Gedlin, Claudio Naranjo, Don Richard Riso y Carlos Cabarrús. A todos ellos (que no los conozco ni conocí), debo mi reconocimiento y agradecimiento por su obra y por el legado adquirido a través de sus discípulos.

De esta forma considero que mi postura se acerca más a la vegetoterapia caracteroanalítica de Wilhelm Reich, aunque auxiliada y enriquecida técnicamente por varias propuestas neoreichianas. Lo que a continuación expongo se encuentra en estas intersecciones, y no se circunscribe por el momento a una escuela particular, sin que esto suponga que mi labor sea una corriente particular, más bien es sólo la sistematización de mi propia experiencia clínica en el campo de la psicotraumatología, la atención a víctimas y la atención de pacientes con problemáticas clínicas referidas al campo familiar, sexual, laboral y de pareja.

El desbloqueo segmentario es una etapa y un procedimiento importante dentro de las psicoterapias corporales neoreichianas y postreichianas. Su utilización y procedimiento ha variado desde que Wilhelm Reich la práctico en el contexto clínico de la Vegetoterapia Caracteroanalítica u Orgonterapia. Desde aquel momento este modo de proceder sobre los siete segmentos transversales del cuerpo acorazado se ha comparado erróneamente con la técnica del masaje, llegándose a conocer como “masaje reichiano”, lo cual ha dado lugar a malos entendidos, siendo un punto de confusión no solo técnica sino clínica y teórica dentro de las corrientes neoreichianas. Lo cierto es que Wilhelm Reich no llevaba a cabo propiamente un masaje, sino la presión específica de ciertas zonas o puntos del cuerpo para realizar un análisis, un diagnóstico y una terapéutica.

Estas variantes del trabajo sobre los segmentos de la coraza son complementarios, formando parte de un continuum, iniciando con el análisis segmentario que daría lugar a diagnósticos parciales y consecutivos a nivel vegetativo, hasta su función terapéutica a través de su desconstrucción muscular y arqueológica, dando lugar a un mapeo emocional de la coraza.  Su función diagnóstica se puede realizar durante las primeras entrevistas de evaluación clínica, así como su función terapéutica puede realizarse como un procedimiento sistemático y estructurado para disolver las tensiones musculares crónicas de la coraza caracteromuscular durante el inicio del tratamiento.

Las variantes técnicas del procedimiento pueden oscilar entre las técnicas de masaje profundo neoreichiano de tipo catártico, o los sistemas de actings con o sin presión muscular de las corrientes postreichianas. Estas diferencias técnicas dan cuenta de las divergencias teóricas y clínicas dentro de las psicoterapias corporales que se enmarcan en el Paradigma Reichiano, lo cual lo enriquece, aunque es necesario aclarar sus procedimientos y fundamentos clínicos para no generar confusiones.

El vasto campo de las Psicoterapias Corporales se ha caracterizado por su heterogeneidad, su poca organización como profesionales, la carencia de producciones teóricas vertidas en publicaciones, así como una ingenua intuición en el proceder técnico que deja al descubierto las carencias clínicas. Es en este terreno donde las variantes a veces son traducidas en oposiciones, confrontaciones, descalificaciones, o simplemente, en desprecio o ignorancia sobre la labor del otro. Sin embargo, las variantes también representan una fortaleza para las Psicoterapias Corporales, en particular porque esas mismas carencias arriba subrayadas, son las que permiten la libertad del terapeuta para crean, experimentar, producir, ensayar, dando pié a nuevas y renovadas técnicas, muchas de ellas hibridaciones, amalgamas y sincretismos entre técnicas orientales, corrientes psicológicas, tradiciones populares, sabidurías indígenas, tecnología occidental, etc. Me atrevo a decir que esta corriente poco homogénea guarda una riqueza que es difícil abarcar de una sola mirada, y que en mi muy particular perspectiva, va siendo cada vez más necesario su integración con la clínica psicoanalítica, el modelo biomédico y las neurociencias. En este caso, el desbloqueo segmentario se podría ver enriquecido por este sincretismo técnico, pero a su vez reforzado y sostenido por una base clínica.  

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