lunes, 13 de febrero de 2012

Hacia una psicoterapia corporal hedonista



Hacia una psicoterapia corporal hedonista
Por Miguel Angel Pichardo Reyes

Antes de entrar de lleno al tema que nos ocupa, cabe ahondar un poco en el contexto clínico y psicosocial donde se inscribe esta propuesta. Al cabo de más de quince años de trabajar en el campo de las psicoterapias corporales, la psicología social, la psicotraumatología y la atención a víctimas, me he percatado del sufrimiento y la miseria humana, producto de una serie de sistemas que limitan la vida, reduciendo la capacidad de experimentar sentido y placer. No me refiero a la felicidad subjetiva, sino al placer vital que habita en el cuerpo, en nuestro organismo. Mucho del trabajo con poblaciones traumatizadas supone la liberación de una cantidad de sufrimiento y dolor almacenado y enquistado en el cuerpo bioenergético. Por eso se ha creído que trabajar con el dolor emocional supone un trabajo arduo, cansado y también, doloroso. Esta es una de los mitos que deseo desmitificar. De hecho, el planteamiento de la psicoterapia corporal reichiana y bioenergética tiene una orientación hacia rehabilitar la capacidad de experimentar placer, de liberar esa energía ligada y orientarla hacia actos creativos y revolucionarios. De tal forma que la psicoterapia con personas traumatizadas pasa de ser un trabajo arduo y pesado, a ser una actividad lúdica, donde el movimiento, la risa y la empatía no demeritan la seriedad clínica.

De esta forma proponemos el genitivo hedonista, pues quiere acentuar la experiencia del placer como un acto existencial sobre el organismo, un movimiento de liberación que rompe con las limitaciones represivas de la sociedad, una ética del cuerpo erótico y sexual, una política de la igualdad radical, una estética del cuerpo emancipado. Por eso el hedonismo busca primeramente emancipar el cuerpo, esto es, liberar esa energía enquistada que configura el núcleo traumático de nuestras neurosis, psicosis, fronterizos y perversiones. Se trata de una psicoterapia corporal liberadora, crítica, radical y emancipadora, pues no sólo critica el sistema productor de sufrimiento, sino busca emancipar en el propio cuerpo esas estructuras ideológicas que atraviesan el organismo bioenergético.

En este sentido, la psicoterapia corporal hedonista no es algo nuevo, esta visión se encuentra en el propio Paradigma Reichiano, a lo largo de la obra, en la clínica, la terapéutica y la política de Wilhelm Reich. El genitivo hedonista quiere resaltar esta perspectiva clínica y ético-política que lo distinguiría de otras corrientes terapéuticas. Me atrevería a afirmar que el hedonismo reichiano se contrapone a las visiones represivas de otras corrientes psicoanalíticas, así como a los paradigmas funcionales, intimistas y domesticadores de ciertas terapias humanistas y transpersonales. El hedonismo reichiano se encuentra más cerca del existencialismo de Sartre, el freudomarxismo de la Escuela de Frankfurt, la antipsiquiatría, el estructuralismo, el psicoanálisis feminista, el posmarxismo y la psicología crítica y de la liberación.

Rescatar y promover un movimiento en México, y en particular en Guadalajara, que se oriente hacia la emancipación somática, la psicoterapia corporal hedonista, el paradigma reichiano, es una labor que en la actualidad estamos llevando a cabo, creando espacios de análisis y estudio, pero también de formación y experiencia clínica y terapéutica. Esperamos que esta semilla de sus debidos frutos en un futuro no muy lejano, contando con una escuela seria de formación en análisis reichiano.

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