jueves, 11 de febrero de 2010

El carácter y la re-marca simbólica


Por Miguel Angel Pichardo Reyes

Lo que el carácter marca
El carácter es un grabado que se realiza sobre algún material resistente y sólido que le de permanencia. De igual forma, el grabado del carácter sobre la superficie es una marca, y en todo caso, dicha marca es un símbolo que forma parte de un sistema referencial y comprensivo. La etimología del carácter viene del griego kharaktein, con el cual se denominaba al acto de imprimir una marca (kharakter) al ganado. En el siglo XVI, con la invención de la imprenta, se le asigno el nombre de caracteres a las marcas que se imprimían sobre el papel. De alguna forma, el carácter es la marca que distingue, diferencia, separa, pero que a la vez, integra e incorpora como parte de una serie o sistema de caracteres, esto es, de un discurso. El carácter es la letra inscrita sobre la superficie que a través de la diferenciación es posible ser interpretada, decodificada y comprendida. El carácter esta ahí, como algoritmo e incógnita a ser despejada y descubierta.

Carácter, marca e ideología
El carácter es la marca que porta el sujeto en el anudamiento de los registros simbólico, real e imaginario. Se trata de la instancia de la letra grabada sobre la superficie material de los cuerpos subjetivados. Instancia que fuerza a la carne a ceder al circuito simbólico donde es colocado en el plano de las identificaciones, las identidades y las abyecciones. El carácter del sujeto queda grabado en aquello que se va anudando desde que el infans ingresa al campo simbólico del Otro. Este ingreso es del todo traumático, y es ahí donde se inicia la grabación, por demás nos encontramos frente a un modo de producción subjetiva, determinada por leyes, estructuras, instancias, vínculos, fuerzas, resistencias, subversiones, etc. La organización y disposición de estos elementos será lo que podríamos denominar como la política subjetiva de producción. De esta forma, el carácter de cada sujeto, su estructura interna, sus rasgos, en general, su performatividad, no depende únicamente de los aspectos psicosociales de los sistemas familiar y comunitarios, sino fundamentalmente de campo ideológico. ¿Por qué una persona tiene rasgos de carácter inscritos en su subjetividad diferente a otros? Para responder a este pregunta no basta con asumir la postura etiológica y psicogenética, sino que será propicio realizar una crítica ideológica de las políticas de producción subjetiva.

Subversiones a las políticas de producción
La graduación subjetiva cuenta con sus expresiones caracterológicas, esta son, los rasgos de carácter asociados a las estructuras subjetivas. Sin embargo, en este cometido es importante resaltar que todo carácter opone resistencias subjetivas al modo de producción. Efectivamente, el carácter no es natural, ni neutral, ni siquiera necesario, por lo menos en los términos neuróticos y dominantes de su producción. En todo caso, todo análisis caracterológico, por lo menos desde Reich, busca ser subversivo, conscientes de que el carácter es sobre todo un producto de un sistema socioeconómico, y que dicho carácter tiene una intencionalidad funcional al modo de producción ideológico-económico. De esta forma, toda cartografía caracterológica, así como toda labor caracteroanalítica, se encuentra en la dinámica de la subversión de la letra y de la palabra, a través de la cual habla la ideología introyectada en el carácter subjetivo.

La materialidad del carácter
La grabación o inscripción del carácter en la subjetividad no es platónico y etéreo, sino fundamentalmente material. La materialidad del carácter es una inscripción y formateo en lo material sensible del cuerpo y la corporalidad. No hay pues separación entre lo psíquico y lo físico, entre lo espiritual y lo material, entre lo anímico y lo corporal. Muy al contrario, existe una unidad funcional entre estos aspectos, de tal modo que “la forma tiene sentido”. Esto es debido a que la incrustación del carácter se imprime en la totalidad de la subjetividad, y la absorción del mismo se da de forma global, aunque con diferencias cualitativas y cuantitativas propias del conglomerado de interrelaciones genéticas, anatómicas, bioquímicas, culturales y familiares.

No hay comentarios:

Publicar un comentario