domingo, 30 de diciembre de 2012

El sendero del éxtasis



El sendero del éxtasis
Por Miguel Angel Pichardo Reyes*
www.altersoma.blogspot.mx

Éxtasis y estasis

El éxtasis se contrapone al estasis. El éxtasis es una dinámica de fuerzas que sale, que se proyecta hacia fuera en una constante de expansión. El estasis, por el contrario, nos habla de un bloqueo, una fijación, un estancamiento que tiende al reposo y la inactividad. El éxtasis es la búsqueda de Otredad, de la exterioridad. El estasis es la Mismidad que se auto contiene.

Pero, ¿que es el éxtasis para la psicoterapia corporal bioenergética reichiana? Reich concibe dos estados energéticos en el cuerpo: la estasis energética corporal que se expresa en lo bloqueos de la coraza caracteromuscular, y el éxtasis energético corporal que se expresa en el desbloqueo, descarga y liberación de la energía orgásmica. En resumen, para Reich el estasis se encuentra asociado a los bloqueo de la coraza, mientras que el éxtasis se encuentra asociado al reflejo del orgasmo. La psicoterapia corporal reichiana busca precisamente el éxtasis, la liberación de la energía y la emancipación de las condiciones sociopolíticas que reprimen y esclavizan al cuerpo.

La psicoterapia reichiana es una psicoterapia del éxtasis, del orgasmo, de la liberación y de la emancipación. Diríamos que es una psicoterapia dionisiaca. Contrario a las psicoterapias apolíneas, centradas en el estasis, la represión, las formalidades, la palabra. La psicoterapia dionisiaca es una psicoterapia del cuerpo en éxtasis, en el frenesí de la danza extática, del movimiento consciente, del trance, el grito, el jadeo, los movimientos orgásmicos de la pelvis. Es una terapia hedonista, del gozo y el placer de los sentidos, del encuentro erótico piel-a-piel, el despertar de la energía kundalini, de Shiva. Embriaguez que lleva al iniciado a trascender su propia consciencia, a entrar en contacto con su inconsciente neurovegetativo, con la memoria celular de las improntas perinatales.

Una psicoterapia dionisiaca

El sendero del éxtasis es la vía dionisiaca-intuitiva de la psicoterapia corporal reichiana. Nada más anhelado que la liberación orgásmica de la energía, revolución que permite la transformación, alquimia que transmuta la energía estasiada en energía revolucionaria extasiada al servicio de la creatividad, el juego, el placer y el gozo del ser. El éxtasis es danza, un juego cósmico y energético de expansión y contracción que pulsa incesantemente hacia fuera, hacia la trascendencia del caos y el orden, acoplamiento infinito que crea nuevos senderos. Experiencia nómade que lleva a los diferentes estadios de transmutación místicos y chamánicos.

El éxtasis es pues una experiencia de liberación energética. ¿Y cómo se logra esta liberación energética? En la psicoterapia corporal reichiana planteamos que esta liberación se puede propiciar a través de ciertos procedimientos. Para que el éxtasis reichiano u orgásmico pueda realizarse se necesita la siguiente ecuación: desbloqueo + descarga + liberación + integración. Son cuatro elementos, cuatro experiencias corporales que se ponen en funcionamiento en la emancipación energética del cuerpo emocional.

El desbloqueo biosistémico y segmentario

El desbloqueo que se lleva a cabo en la psicoterapia dionisiaca del éxtasis es muy distinto de otros desbloqueo bioenergéticos. Podemos identificar dos tipos de desbloqueos, el sistémico y el segmentario. El desbloqueo sistémico consiste en desbloquear los tres sistemas bioenergéticos fundamentales: la respiración, el movimiento y la sensopercepción. Normalmente estos bloqueos biosistémicos son realizados como parte de nuestra educación represiva, despreciativa de la vida orgánica, corporal, sensual. Se imponen los grilletes del dogma, del orden estático de la obediencia, la disciplina, la sumisión. Con esto el organismo altera su respiración, cortándola, reduciéndola, asfixiándola, dando origen a una respiración neurótica, o psicótica, o límite. La alteración de la respiración, bomba energética por excelencia, también alterará el movimiento, haciéndolo acartonado, rígido, infralimitado o extralimitado, agresivo o pasivo, colapsándolo o hinchándolo. A su ves, el movimiento alterará la sensopercepción, generando hipersensibilidad ansiosa-ambivalente, o evasión racional, en todo caso supone una disociación del propio cuerpo y de sus funciones vitales de gozo y placer.

El segundo tipo de desbloqueo, el segmentario, consiste en llevar a cabo una serie de procedimientos que tienden a identificar y liberar la energía estasiada en los siete segmentos corporales, a saber: ocular, oral, cervical, torácico, diafragmático, abdominal y pélvico. El bloqueo de cada segmento se encuentra relacionado con las etapas de desarrollo y de maduración libidinal del cuerpo. Cada bloqueo en un segmento representa un bloqueo en esa etapa de desarrollo. El desbloqueo segmentario es pues el desbloqueo de la memoria corporal relacionada con el trauma o herida que se imprimió en esa etapa de desarrollo, generando una carencia o un exceso que necesita ser compensado o tramitado. Liberar la memoria corporal de esos bloqueos, así como abrir un circuito libre de circulación energética en el cuerpo-mente, forma parte de la psicoterapia extática en un primer momento.

El derrame de la energía orgásmica

La descarga sigue al desbloqueo. Al igual que un contenedor bloqueado, el desbloqueo supone una descarga o derrame de lo contenido, dejando que fluya, y aquí entramos al campo propiamente del éxtasis. El desbloqueo prepara el éxtasis, pero la descarga ya es éxtasis. La descarga que se experimenta es la del reflejo del orgasmo. Aunque hablamos de una descargo bioenergética, es más propio hablar de una descarga de éxtasis orgásmico. Llegar al punto del orgasmo extático será uno de los principales objetivos de la psicoterapia dionisiaca, sin lo cual no existe auténtica emancipación.

La descarga consiste en realizar una serie de posturas que activan el reflejo orgásmico de la vibración a través del flujo peristáltico de expansión-contracción. Esta vibración orgásmica se experimenta como una ola de energía que recorre y atraviesa todo el cuerpo, generando relajación y placer, experiencia vital del cuerpo viviente y sentiente. Esta vibración es sincronizada con una serie de movimientos que llegan a la danza extática a través de la música. Inducción de un frenesí dancístico que libera la energía como un flujo constante de agua que se derrama en el interior del cuerpo-mente.

La descarga vibratoria orgásmica de la danza da lugar a la liberación emocional, momento donde se danzan las emociones bloqueadas, los recuerdos dolorosos, espacio donde se pueden combatir y expulsar lúdicamente los fantasmas y demonios. Es el desarrollo de una inteligencia intuitiva del cuerpo, una inteligencia sentiente que permite expresar y exorcizar las emociones estasiadas del cuerpo. Danza de liberación emocional que permite contactar con el enojo, la rabia, la tristeza, la ansiedad, el miedo, y que lo transforma en energía vital, placentera y gozosa. Danza de exorcismo emocional, frenesí, trance, éxtasis, locura, embriaguez energética: danza de liberación.

La meditación bioenergética

Después del caos paroxístico de la danza extática sobreviene la calma, el momento de reposo, de integración del cuerpo-mente. Etapa de silencio, tranquilidad, recapitulación, verbalización, creación artística, discernimiento, insigths, asociaciones, agradecimiento. No hay actividad más clara para hablar de la integración que la meditación. La danza del éxtasis dionisiaco da lugar a la meditación en inmovilidad y silencio. La meditación permite escuchar al cuerpo, sentir de otro modo esa energía que aún sigue fluyendo. Se trata de una meditación extática, energética, solo que este flujo es más sutil, suave y silencioso.

Todo este proceso supone una preparación, un entrenamiento que se permite inducir cada etapa y vivirla de forma consciente. Al final de la pedagogía del éxtasis las personas son capaces de alcanzar sin reservas el tan ansiado éxtasis orgásmico, más aún cuando dicho éxtasis se realiza en grupo, pues es en ese encuentro, en ese círculo bioenergético donde se abre espiritualmente el cuerpo hacia la trascendencia de la consciencia, derribando fronteras. La grupalidad del éxtasis es un orgiasmo; orgasmo colectivo de gozo, danza, música y meditación.

No es posible hacer una revolución si no se baila la revolución, pues la revolución inicia en lo íntimo de nuestro ser corpóreo y energético. La revolución social, supone una revolución de la conciencia, y esta una revolución del amor, y esta a su vez una revolución energética que parta del cuerpo sentiente y material. La danza es la revolución del cuerpo que da luz a la vida.

* Psicólogo social y psicoterapeuta corporal. Director de AlterSoma-Escuela Libre de Psicoterapia Corporal. Coordina el Laboratorio “El sendero del éxtasis”. www.altersoma.blogspot.mx

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