La escucha clínica del cuerpo
Por Miguel Angel Pichardo Reyes
El registro simbólico de la corporalidad
En psicoterapia corporal no observamos el cuerpo, ya que no trabajamos
sobre el cuerpo físico como tal, sino que trabajamos sobre el registro
simbólico de la corporalidad, por eso realizamos una “escucha clínica”. Aunque
en apariencia trabajamos sobre el cuerpo, esto no es correcto, puesto que no
somos fisioterapeutas. El registro simbólico de la corporalidad es el campo de
intervención, análisis y escucha de un psicoterapeuta corporal. Por supuesto
que utilizamos procedimientos físicos, pero nos interesa sobre todo la
significación que tiene este tipo de procedimientos en la subjetividad deseante
del paciente. Nuestra labor podría describirse como un trabajo de escucha
clínica de esa corporalidad deseante que habla a través de la palabra, el
gesto, la postura, el reflejo, el movimiento y la respiración.
A la escucha del cuerpo-mente
Distinto del paradigma epistemológico médico, que se fundamenta en la
observación, la psicoterapia corporal comparte mucho del paradigma
psicoanalítico de la escucha de la palabra. Para entender esto último tenemos
que entender que la palabra no se reduce al aspecto acústico, propiamente
vocal, sino que la palabra nos remite a una estructura de lenguaje que abarca
lo no verbal. El gesto, la respiración, la constitución corporal, las pautas de
movimiento, son también palabra, son una estructura gramatical donde se
encuentra contenido un significado, un sentido que hay que saber descifrar. Es
a este desciframiento de la estructura del lenguaje corporal a lo que le
denominamos como “análisis corporal”. La evidencia física no es suficiente para
realizar el desciframiento, será necesario “interpretar” el cuerpo a partir de
un marco teórico que nos proporcione criterios para aventurar hipótesis de
diagnóstico y análisis.
Hermenéutica caracterológica del cuerpo
La hermenéutica y análisis de la corporalidad se realiza a través de un
principio reicheano fundamental; la identidad funcional del cuerpo y el
carácter. La hermenéutica y análisis de la corporalidad es una hermenéutica y
análisis del carácter. De esta forma, cuerpo y carácter siempre van unidos en
la clínica y terapéutica psicocorporal. Por eso es necesario que el terapeuta
psicocorporal cuente con conocimientos teóricos, clínicos y metodológicos sobre
las estructuras clínicas de carácter, teniendo en cuenta la psicogénesis, las
etapas de desarrollo, las heridas infantiles, los imagos parentales, la
economía pulsional, la estratigrafía caracterológica, la formación de la coraza
caracterial, las defensas, las demandas, los trastornos de personalidad, el
lugar del sujeto con respecto al objeto a, el goce y el Otro.
Estructuras clínicas del carácter
El analista psicocorporal se hará experto en realizar perfiles
caracterológicos a través de lo que llamamos la “cartografía corporal del carácter”.
Partiendo de las observaciones y tipificaciones de Freud, Reich, Lowen,
Painter, Keleman y Naranjo, he logrado realizar una síntesis para tipificar las
estructuras clínicas del carácter:
Identificar rasgos de carácter, estructuras clínicas y las variantes de la
personalidad, es una de las primeras labores interpretativas que se derivan de
la “escucha clínica del cuerpo”. A esta labor se añade la descripción
morfológica, la constitución corporal y la interpretación de los conflictos en
el cuerpo-mente.
Contra las psicoterapias light
El analista psicocorporal, más allá de las versiones simplistas con que se
ha presentado a la psicoterapia corporal, no se centrará primeramente en la
técnica, ya que esta puede ser una falsa salida de angustia frente a la
dificultad teórica y clínica de realizar un diagnóstico serio. No es de
extrañar que ciertos psicoterapeutas corporales, únicamente formados en
técnicas de abreacción espectaculares, cedan a un activismo con el paciente que
consiste en generar reacciones histéricas de expresión de ira, llanto o
tristeza. Nada más lejano de un trabajo serio de diagnóstico clínico y del
diseño de un programa de tratamiento adecuado a ese diagnóstico. Será
precisamente la escucha, esa escucha tan recriminada y criticada que muchas
veces se hace desde el desconocimiento y la ignorancia hacia el psicoanálisis,
la que necesitara el analista psicocorporal.
A veces los extremos se juntan, por un lado el exceso de teoricismo
abstracto del psicoanálisis, y por el otro, el exceso de intuición práctica del
psicocorporalista, son dos vertientes que hay que rechazar desde una auténtica
praxis terapéutica. Aquí cito a Kurt Lewin, “no hay mejor práctica que una buena
teoría”.
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